Plantearse la vida
desde su más absoluta radicalidad
viviendo sin horizontes
doliendo la vida
viendo las nubes
desde lo más alto del alminar
para,
de a poco,
descender,
y ver la vida de los otros
vivir la vida de los otros
doler la vida de los otros
viajando por los lúgubres caminos
de lo desconocido
iluminados por la tenue luz
de un ínfimo hilo de esperanza
recorriendo intrincadas marañas
que conducen a desiertas planicies
sin más equipaje que desnuda ropa
sin más pretensiones
que las de un errante vagabundo
para después de tan arduo viaje
habiendo llegado a la deseada Ítaca,
confesar la más radical de las experiencias
la de haber vivido la vida
“Muevan su cuerpo levemente hacia adelante para apoyar la guitarra contra su pecho, la poesía de la música debe resonar en su corazón.” (Andrés Segovia) "Escribir es defender la soledad en que se está." (María Zambrano)
viernes, 15 de enero de 2010
viernes, 1 de enero de 2010
Todo lo más
Todo lo más
Una mirada
Todo lo más
Una copa de vino a medio beber
que calme la desazón de tu maldita ausencia
Otra calada al amargo humo del desencanto
Otro sorbo al áspero elixir de la desesperanza
La nada
planea sobre cada indómito rincón de mi existencia
¿qué hago aquí?
No me veo besando tu dulce cuerpo de miel
No me veo mirando tus ojos de azul cielo
No me veo acariciando tus pechos de suave seda
No me veo más allá de las subyugantes fronteras de lo mediocre
Tú tan libre
yo tan atado a la rutina
Tú tan inalcanzable
yo tan previsible como el nacimiento del día
Todo lo más
la negrura de lo más recóndito de la existencia
Y otra vez el amargo sabor del vino
se pasea sobre mi garganta,
amarga de tanta amargura
Una mirada
Todo lo más
Una copa de vino a medio beber
que calme la desazón de tu maldita ausencia
Otra calada al amargo humo del desencanto
Otro sorbo al áspero elixir de la desesperanza
La nada
planea sobre cada indómito rincón de mi existencia
¿qué hago aquí?
No me veo besando tu dulce cuerpo de miel
No me veo mirando tus ojos de azul cielo
No me veo acariciando tus pechos de suave seda
No me veo más allá de las subyugantes fronteras de lo mediocre
Tú tan libre
yo tan atado a la rutina
Tú tan inalcanzable
yo tan previsible como el nacimiento del día
Todo lo más
la negrura de lo más recóndito de la existencia
Y otra vez el amargo sabor del vino
se pasea sobre mi garganta,
amarga de tanta amargura
soy
yo mismo
confusa amalgama
de amares
y odios
ínfima gota de agua
dentro de un inmenso océano
de pesares
accesoria parte del mundo
que me ha tocado vivir
No más que tímidas pinceladas
de carboncillo inacabado
que no llegan siquiera
a convertirse en retrato
huracán de lluvia y viento
de sentimientos
de llorares
de reires
no voy más allá de mis palabras
a veces escritas
pocas veces habladas
de pensamientos encontrados
soy,
más allá de eso,
un infinito universo
de amor inexplorado
Suscribirse a:
Entradas (Atom)