Vuelve y encumbra en la noche
esta voz ahogada por un grito de cielo.
Vuelve junto a estos pastos
que han de esconder nuestros cuerpos.
Hoy cantaban los mirlos
en aquel parque secreto
donde mi sueño se recostaba
en el remoto regazo de tu pecho.
Vuelve y deja que mis melodías
empapen de nuevo tus versos.
Vuelve y haz que mi boca
renazca otra vez en tu delirio
y ya no dejaré que tu risa
sea vana reliquia
de mi olvidado pasado.
sea vana reliquia