Un regalo
no es más que un
pellizco retorcido al corazón.
Un beso,
una mirada,
una sorda felicitación,
una hermosa risa
escondida tras unas notas de viola,
un poema.
Solo eso,
pellizcos,
pequeños pellizcos
que se dan
a un corazón
necesitado.
“Muevan su cuerpo levemente hacia adelante para apoyar la guitarra contra su pecho, la poesía de la música debe resonar en su corazón.” (Andrés Segovia) "Escribir es defender la soledad en que se está." (María Zambrano)
martes, 31 de marzo de 2015
domingo, 29 de marzo de 2015
Un año más viejo,
más calvo,
menos hermoso,
más gruñón,
menos ingenuo,
con las ideas
más escarmentadas.
Con la piel más dura
y las uñas más delicadas.
Igual de inseguro que siempre
y con la cabeza igual de descerebrada.
Sin creerse nada,
pero creyendo que todo
será mejor mañana.
Con los dedos justos
para contar a la gente,
que aquí al lado
o en la distancia,
uno, tanto ama.
más calvo,
menos hermoso,
más gruñón,
menos ingenuo,
con las ideas
más escarmentadas.
Con la piel más dura
y las uñas más delicadas.
Igual de inseguro que siempre
y con la cabeza igual de descerebrada.
Sin creerse nada,
pero creyendo que todo
será mejor mañana.
Con los dedos justos
para contar a la gente,
que aquí al lado
o en la distancia,
uno, tanto ama.
Como la rosa: nunca (Como regalo de cumpleaños)
Voz: Sâmara Araújo
Música: La Valse D'Amelie
Como la rosa: nunca
te empañe un pensamiento.
No es para ti la vida
que te nace de dentro.
Hermosura que tenga
su ayer en su momento.
Que en sólo tu apariencia
se guarde tu secreto.
Pasados no te brinden
su inquietante misterio.
Recuerdos no te nublen
el cristal de tus sueños.
Cómo puede ser bella
flor que tiene recuerdos.
José Hierro
Música: La Valse D'Amelie
Como la rosa: nunca
te empañe un pensamiento.
No es para ti la vida
que te nace de dentro.
Hermosura que tenga
su ayer en su momento.
Que en sólo tu apariencia
se guarde tu secreto.
Pasados no te brinden
su inquietante misterio.
Recuerdos no te nublen
el cristal de tus sueños.
Cómo puede ser bella
flor que tiene recuerdos.
José Hierro
Todo al negro
Todo al negro,
aun a riesgo de perder
todo lo apostado.
No sé hacerlo de otro modo,
no termino de entender este juego
sin arriesgar el pescuezo
en cada tirada.
Aunque a estas alturas,
sepa bien
que no existen
jugadas perfectas,
amores eternos
ni filias pétreas.
Todo al negro,
porque sé que perdiendo,
gano,
pero pierdo
si no juego mi mano.
aun a riesgo de perder
todo lo apostado.
No sé hacerlo de otro modo,
no termino de entender este juego
sin arriesgar el pescuezo
en cada tirada.
Aunque a estas alturas,
sepa bien
que no existen
jugadas perfectas,
amores eternos
ni filias pétreas.
Todo al negro,
porque sé que perdiendo,
gano,
pero pierdo
si no juego mi mano.
lunes, 23 de marzo de 2015
Le petit mort
Pequeñas muertes.
Abrazos de vida,
abrazos enfermos,
abrazos capaces de engullir.
Abrazos de amor,
cargados de puñales,
de los que mejor olvidarse.
Abrazos que nunca llegaron,
abrazos que algún día llegarán.
Y abrazos
eternos,
verdaderos,
enormes.
Lo suficientemente grandes,
como para ser capaces
de atravesar,
en tan solo instante,
toda la inmensidad
de un océano.
Abrazos de vida,
abrazos enfermos,
abrazos capaces de engullir.
Abrazos de amor,
cargados de puñales,
de los que mejor olvidarse.
Abrazos que nunca llegaron,
abrazos que algún día llegarán.
Y abrazos
eternos,
verdaderos,
enormes.
Lo suficientemente grandes,
como para ser capaces
de atravesar,
en tan solo instante,
toda la inmensidad
de un océano.
jueves, 19 de marzo de 2015
No seáis un bufón que hace sonar sus cascabeles.
Fausto de J. W. Goethe
Doblan las campanas.
Comenzó el tiempo
de escupir notas
y vomitar acordes.
De avanzar a empellones
por las oscuras fauces
del averno.
De matar la puta ternura
que se entretejió en mi
pecho.
De acabar cobijando,
sobre mi hombro derecho,
la putrefacta pezuña
de Lucifer.
Doblan las campanas.
miércoles, 11 de marzo de 2015
lunes, 9 de marzo de 2015
Pero nunca supiste qué palabra escribías.
Cristina Peri Rossi
¿Y si este papel en blanco
tuviera el austero poder
de convocarte?
¿Y si tantos verbos conjugados
fueran capaces
de abrir las puertas
al balcón de tu mirada?
¿Y si todos mis adjetivos
consiguieran quedar enredados
eternamente
entre tu pelo
y la palma de mi mano?
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