lunes, 25 de julio de 2016

En la noche oscura,
tu nombre cae como
gota de cera
sobre mi espalda herida.

Enjambre urdido
entre limosnas y súplicas
que ahogan su paso
en ese océano eterno
de silencio.

Yugo sereno
que mi cuello obliga,
jaula dichosa
donde el pecho
muere y revive
a cada ráfaga oculta
de tu recuerdo. 
¿Puede esa sonrisa
ocultar la llama triste de tu melancolía?

¿Puede tanta belleza
llenar de lágrimas el seco manantial
de mis mejillas?

¿Puede mi alma
estar ansiosa
por viajar lejos
y matar con abrazos
tus penas?

¿Puede este corazón moribundo
no acabar siendo un loco sensible?

En verdad te digo,
amor mío,
que nunca estuvo tan cuerdo
como ahora,
nunca.

domingo, 17 de julio de 2016

En la otra inmensidad de mi cama,
fría estepa
que no supo del peso
profundo de su cuerpo.
Perdido entre dunas
de sábanas vacías
y áridos uadis de almohadas.
La soledad me pregunta,
¿cómo inundará su perfume
los bullicios de aquellas
tierras lejanas?
Yo callo
y vuelvo a mi desierto,
a este desierto que sigue oliendo
a nada.



La fotografía lo revela;
ella,
hermosa
de tez ébano
y sonrisa dionisíaca.
Yo,
de cuerpo desmejorado
que la belleza quiso
evitar en su camino.
Ahora todo cobra sentido
y entiendo porqué el amor
nunca quiso guardarme
bajo las enaguas de su vestido.

jueves, 14 de julio de 2016

A veces,
todo se resume
a un enjambre
de silencios
y miradas perdidas.

Tan sólo eso