domingo, 31 de marzo de 2019

Aquel esplendor henchido de una tarde,
aquel beso maniatado
relevo de la inmensidad del viento.

El universo cabe
en la timidez de un lápiz
o en la profundidad fatua de un sueño.

Todo se eleva al compás de un abrazo
mientras el miedo retrocede
en el efímero pacto de un lecho.

Porque así se mira;
valiente
como el lobo que huye de la manada,
decidido
como la gaviota que encuentra su aliento.

Busqué en los campos arrasados
pero no encontré gotas que colmaran mi vaso.

Toda esta quietud del aire
llenará la brisa del tiempo
porque no habrá mar que el olvido llene
ahora que ya me olvidé del llanto.

lunes, 25 de marzo de 2019

Inconscientes entretejimos
nuestra tela de Aracne
con la que Atenea
enfurecería de sublime belleza.

Alegres anduvimos
frente a Saturno
ignorando que entre sus fauces
los hijos que nunca tendremos
ya estaban siendo devorados.

Azael cayó del cielo
solo por disfrutar de tu mirada
y Madrid nos engulló
en su intrincada maraña de Dédalo
donde Teseo
no nos prestó su hilo de seda
y acabamos a merced
del inmenso y temible
Minotauro.

Ahora rezo a la diosa​ Cibeles
para que algún día
libere tu sonrisa de aquel laberinto.