viernes, 11 de octubre de 2019

Acantilados

Los sueños explotan
en los acantilados del tiempo.

Los recuerdos se agolpan
en cada histriónico rincón de la espina dorsal.

Es como aquella noche
en que follábamos sin descanso
en la parte trasera de mi viejo Renault
y todo el vino y el hachís
que consumimos
abría de cuajo nuestros vientres
para que nuestra desdicha se diluyera
entre semen y babas
y más semen.

Entonces deambulábamos felices por un cielo infinito.

Pero ya no encontramos dicha
en nuestro escondido rincón de antaño,
ya no hay vertedero
donde tirar nuestros decrépitos desechos.

Tal vez este vestido
acabe ahogado en la cuenca de cualquier río.

¿Quién sabe?

¿Será que ahora
los sueños explotan
en este acantilado del tiempo?

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