lunes, 9 de diciembre de 2019

Un atril en ciernes
es la palabra liberadora
que no se olvidó
de tu nombre.

Será el chapoteo de las dunas
contra la roca de la caleta,
o mis ojos hundidos en el vientre
que se pierden en ese mar
de aristas insondables.

Habrá ya quien responda a la duda,
que más niebla en la mañana
hará amanecer tu sombra.