Las costuras opacas,
siembran de pasto quemado
este corazón mío.
Y a pesar de que se rebele
implacable,
inerte,
ingenuo
y embustero,
seguirá siendo incapaz de luchar contra las distancias
o los pasados.
Frío como el hielo de un glaciar
que acumula a sus espaldas
gotas congeladas
de millones de años.
Pareciera
que no se observan
las planicies,
que se obvia lo necesario,
que se ama
lo contingente.
A veces,
no sé encontrar un hoyo
donde cavar esta fosa,
ni un destierro donde abandonar
tantos males.
Aquí sigo, pues,
postrado en esta vieja hamaca;
maldiciendo distancias,
odiando pasados.
Se ama el contingente...me gusta deso! Esperar el inesperado...besos!
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