jueves, 26 de mayo de 2016

Poner el corazón
en cada trazo,
desmembrar el alma
sin esperar ninguna recompensa.
Ya nada duele más
que las cicatrices
ni nada es más odioso
que este silencio
que el amor aconseja.
Vaciarse en la gran
barrica de roble
donde envejecen delirios
de lágrimas y de belleza.
No hay más orgullo
que saberse vacío
de toda despensa,
nada hay más hermoso
que saber que el Amor,
alguna vez,
alcanzó su meta.







lunes, 23 de mayo de 2016

Tanto es el peso de este vacío,
tanta la piel que estrangula
mi otra vida
que mi espalda entera
se resquebraja.
Es sonido de silencio
esa palabra hueca
que hiere el alma
sosteniendo los deseos
que nunca sobreviveron. 
Rompo esta jodida botella
contra el oxidado balcón
de mis sienes,
porque ya perdí el paso
en estrechos laberintos
y juegos de niños,
y he acabado trastabillando
en la penúltima abertura
de la rayuela.
Ahora, en este oscuro regazo,
mis dedos ansían sentirse libres
entre melodías de pechos
y jugos de ambrosía.
Ya no hay espacio para la duda,
hoy empieza de nuevo
la batalla.



sábado, 21 de mayo de 2016

¿Será ésta
la misma hermosa Luna
que tú ves?

sábado, 14 de mayo de 2016

Presente (Minera)

Como una vela sobre el mar
resume ese azulado afán que se levanta
hasta las estrellas futuras,
hecho escala de olas
por donde pies divinos descienden al abismo,
también tu forma misma,
ángel, demonio, sueño de un amor soñado,
resume en mí un afán que en otro tiempo levantaba
hasta las nubes sus olas melancólicas.

Sintiendo todavía los pulsos de ese afán,
yo, el más enamorado,
en las orillas del amor,
sin que una luz me vea
definitivamente muerto o vivo,
contemplo sus olas y quisiera anegarme,
deseando perdidamente
descender, como los ángeles aquellos por la escala de espuma,
hasta el fondo del mismo amor que ningún hombre ha visto.

Luis Cernuda



miércoles, 4 de mayo de 2016

Todos mis intentos
son en vano.
Todos mis esfuerzos
por intentar gritar al cielo
caen
una y otra vez
en saco roto.
Nadie percibe
el color nítido de este amor
que ni yo sé
cómo hacerlo visible desde mis adentros.
¿Cómo decir que este amor
llena con lágrimas de alegría mi consuelo?
Intento todo,
pero nada puedo.
¿Para qué entonces
tanto dolor?
¿Por qué no se inunda con silencio
mi pecho
y se seca de pronto
el árbol oculto de mi estómago?
¿Por qué duele tanto el corazón
si ni siquiera sé
si estoy vivo o muerto?
Que la alegría deje paso a lo que siempre hubo; negro.
Y me doy cuenta de que
todo este lenguaje es absurdo
si solo yo entiendo
su significado.