lunes, 10 de abril de 2017

Por tus acentos,
el poema se metió
despacio entre mis sueños.

Y el pelo sobre tu hombro
desnudo
se acurrucó insomne
bajo mis sábanas.

Y la noche nos tomó,
como a dos locos,
prestados para su
íntima fiesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario