domingo, 28 de julio de 2019

Feliz brisa de húmedos cuerpos
que rompen sus olas
contra el acantilado de algún amor.

Felices pechos
que emergen alegres
batiendo su lomo de delfín
contra los besos de alguna boca.

Son mareas
de sabanas y gemidos,
de sies y de noes,
de besos y esperanzas.

Abatidos se posan
como algas
en una playa de conchas
donde los arrastró el empuje
de aquel dulce pleamar.

Y mientras, amor mío,
nuestros cuerpos languidecen
aún amarrados en este puerto
sin saber siquiera
de su deriva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario