domingo, 22 de febrero de 2015

Parece mentira que te retuerzas
entre tanto líquido,
y que te chupes el dedo
siendo tan amniótico.

No parece verdad
que exista piel que recubra tanto hueso,
ni pecho en el que quepa
tanto corazón.

Prométeme que no harás caso
de las probabilidades,
que obviarás todos los genes,
que te olvidarás de cromosomas
y de proteínas.

Asegúrame que vendrás,
para guiar mis manos
hacia tus acordes
y empezar a dictarme versos
con tu sonrisa.

Prométeme que acabarás
siendo la luz
que iluminará
el tiempo que me sobra
de entre tanta maleza.




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