El paso de los años
no es más que esto;
una solitaria cena
en compañía
de un vaso de vino añejo,
unas cuerdas de guitarra oxidadas
que ya no encuentran el calor olvidado
de mi pecho,
Kurosawa golpeando
mi frente y
las hojas un libro
medio muerto,
el recuerdo de unos ojos
eternos.
Esto
y nada más que esto,
es el paso absurdo
de mis años.
“Muevan su cuerpo levemente hacia adelante para apoyar la guitarra contra su pecho, la poesía de la música debe resonar en su corazón.” (Andrés Segovia) "Escribir es defender la soledad en que se está." (María Zambrano)
lunes, 28 de marzo de 2016
sábado, 19 de marzo de 2016
Afloran las cicatrices
y todo es
catarsis de insomnio,
dolor
y locura;
siento como si
hubiera olvidado
leer
todas las palabras,
sentir
todas las melodías,
pensar
todo lo imaginable.
He de sentarme
en este pequeño umbral
a esperar que mi pecho
florezca de nuevo.
Pasto de olvido
quemado por un millón
de fuegos
que yo mismo me encargué
de prender.
El mundo se ve lejano
desde la absurda pequeñez
de mí mismo.
Pero dentro de mi piel
todo es grande,
inmenso como el hueco
que deja cada partida.
Soy Estado soberano,
ley inquebrantable de mi
propio juicio.
Dentro de mi frontera
soy ciudadano de pleno
y exiliado sin derechos.
No existe ideología,
gobierno
ni ejército
capaz de invadir
toda esta región
de amor inexplorado.
y todo es
catarsis de insomnio,
dolor
y locura;
siento como si
hubiera olvidado
leer
todas las palabras,
sentir
todas las melodías,
pensar
todo lo imaginable.
He de sentarme
en este pequeño umbral
a esperar que mi pecho
florezca de nuevo.
Pasto de olvido
quemado por un millón
de fuegos
que yo mismo me encargué
de prender.
El mundo se ve lejano
desde la absurda pequeñez
de mí mismo.
Pero dentro de mi piel
todo es grande,
inmenso como el hueco
que deja cada partida.
Soy Estado soberano,
ley inquebrantable de mi
propio juicio.
Dentro de mi frontera
soy ciudadano de pleno
y exiliado sin derechos.
No existe ideología,
gobierno
ni ejército
capaz de invadir
toda esta región
de amor inexplorado.
miércoles, 9 de marzo de 2016
"El mundo es todo lo que acaece"
Ludwig Wittgenstein
las huellas de una mano
incrustadas en el cristal.
El olor de su pelo
sobre la almohada.
Un libro lleno de versos,
dedidacatorias
y ausencia.
El recuerdo de un abrazo y de un beso,
de un paseo por cualquier ciudad.
Una sonrisa inundando
todo el espacio.
El miedo.
No es más que eso:
fracmentos de la memoria
que se hacen Mundo
dentro del corazón.
domingo, 6 de marzo de 2016
Ahora
solo queda recoger los bártulos,
llenar las alforjas
de la poesía
y la música que aún
resuenan en la cabeza
y avanzar
para recalar en cualquier pequeña fonda
donde aún se quieran oír estas notas,
leer estos versos
o ahogarse en este mar
de amor
que inexplicablemente,
sobrevivió
a tanto naufragio.
solo queda recoger los bártulos,
llenar las alforjas
de la poesía
y la música que aún
resuenan en la cabeza
y avanzar
para recalar en cualquier pequeña fonda
donde aún se quieran oír estas notas,
leer estos versos
o ahogarse en este mar
de amor
que inexplicablemente,
sobrevivió
a tanto naufragio.
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