Del silencio,
como vivir en el ajetreo
constante de la nada,
en el umbral mismo
de lo oscuro.
Se abandona el verbo
y la palabra se oculta
tras aquel mural de hielo.
Frío espejo sin sombra
que desprecia el reflejo
de la risa.
Bomba que explota en el olvido
emergiendo de entre la lluvia y el polvo
para inundar de melodías
el llanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario