Te perdiste
antes de llegar.
Y envuelto
en la sangre amarga
que te atragantó el gozo,
tu pequeño corazón
se apagó
y se secaron las flores
del vientre que saciaba tu hambre
y se colmaron de lágrimas
los rostros que te dieron luz
y aparecieron de un plumazo
los lastres de todas las dudas
y elegiste no volver a aparecer
en mi música
y decidiste aferrarte a la noche
a pesar de que hubo día,
y pesaron los miedos,
y pesó el ser esbozo,
y pesaron las brújulas sin norte,
y pesaron los pesares,
y pesó mucho empezar a sentir
la vida
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