martes, 3 de noviembre de 2020

La tarde es caramelo (Desconfigurada)




Alegría. Poema de José Hierro.


Llegué por el dolor a la alegría.

Supe por el dolor que el alma existe.

Por el dolor, allá en mi reino triste,

un misterioso sol amanecía.


          Era la alegría la mañana fría

y el viento loco y cálido que embiste.

(Alma que verdes primaveras viste

maravillosamente se rompía.)


          Así la siento más. Al cielo apunto

y me responde cuando le pregunto

con dolor tras dolor para mi herida.


          Y mientras se ilumina mi cabeza

ruego por el que he sido en la tristeza

a las divinidades de la vida.


José Hierro.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Eterna historia de amor

 Caminar de vuelta

sin ruido ni estridencias,

mirando atrás

con el reojo de

estas lágrimas en el pecho

que siempre acompañaron mi destino.

¡Cuánto desearía que tus ojos miraran los míos!

Pero son otros a los que miran

y aún cargo con el amor

que nunca quisiste.

Sí, tal vez haya otro camino

solitario.

Pero no hay que perder la calma,

pues sólo es un regocijo oscuro

que de nuevo vuelve a entrar

en este olvidado pozo sin fondo.

lunes, 12 de octubre de 2020

Olvidos

 Lloraste, luna.

Hoy lloraste y dejaste

tus lágrimas

posadas sobre mi hombro.

Tan blanca que tu nieve

se derritió en mi alma

y juntos nos sentamos

frente a la mar

para pedirle que no nos deje

caer en el olvido.


Sonrisas

 No hay duda,

de que por aquella sonrisa,

viajaría hasta la más apartada galaxia

corriendo desnudo

entre desiertos de olas y dunas.


No hay duda,

de que la nieve de aquella boca

sería capaz de derretir montañas

plantando simientes de clara luz y fuente eterna.


No hay duda,

de que la vida descansa en esos labios

que esquivan las lluvias de lágrimas y rabia.


Y yo que bajé a los infiernos

por aquella sonrisa,

aún sigo esperando

que venga a iluminar

este oscuro mar

con su viviente ardentía

y acabe por derretir estos pozos

de congelada piedra.


domingo, 20 de septiembre de 2020

Azares

Buscan los versos enzarzaros
entre la armoniosa maraña del olvido,
inequívoco vivero
de dudas y deseos.

Muere la orquídea
siendo azucena
sobre el sueño que dora la vida
de ilustre plata y cegadora simiente.

El amor se cruza entre los dedos
como un cuerpo desnudo
en el rejón clavado
de una eternal belleza.

domingo, 26 de julio de 2020

Tan lejos

Eres la inmensidad de un cuerpo tendido

a la vera misma de mi pecho.


Nada sé de la lógica que existe

entre la llanura de nuestro encuentro

y el solar abierto de mi alma.


Todo se desvanece en la infinidad

de un beso perdido,

de un roze sin sangre,

de un encuentro oscuro sin la luz

que guió nuestros versos de antaño.


Será necesario hundirse en la sonrisa de un niño

y recorrer la espina dorsal

como caballo de Troya invadiendo

esta perdida cruzada.


Tal vez yo tampoco sea nada,

como aquel Pessoa borracho

que engullía a litros las calles de Lisboa,

aquella Lisboa que tanto mal nos hizo.


Ahora que llegué a destino,

comprendí que la lejanía nos envejece

y que los versos se pierden en el aire

como se pierde una puesta de sol

en cualquier playa de Faro sin poder abrazarte;

hermosa y doliente.


¿Será que todo se pierde, Amor?


Y es que estamos tan lejos.







martes, 9 de junio de 2020

Al oído de una muchacha (Federico García Lorca)+Propina

Al oído de una muchacha


No quise.
No quise decirte nada.

Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de brisa y de oro.

Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada.


Federico García Lorca, Canciones






viernes, 22 de mayo de 2020

Ante el ruido de la calle,

de tanto museo encerrado,

de tanto verso encasillado.

Grita mi pecho diseminado

en cada nota de una triada

en tono menor.


Lloro la ausencia del infinito roto,

en este silencioso muro

de puertas y fronteras cerradas.


El Mar,

es el dueño lejano de un abismo

que deja oculto

su manto de seda

esperando a mis alas

queriendo de nuevo volar.


lunes, 18 de mayo de 2020

Rosales

Se agitan los prados

en la deshojada corona

de nuestro antiguo rosal.


Y tu frente adamascada

aglutina el infinito punto

de todo cosmos,

ese que genera la brisa

de un huracán mellado,

ese donde la Luna contempla

el absoluto rostro

entre las rosas y los lirios

de tus dudas.


Mientras,

maltrecho ya de camino,

me deslizo

por el instante mismo

en que tu luz

sacude el cuarto oscuro

de toda una empolvada Vida.



jueves, 30 de abril de 2020

encierro

ni el grito consiguió helar
la llanura desierta
y hay una soledad
en todas las palabras
que cruzan mi garganta

lo incierto se vuelve piedra
que se incrusta en el profundo
tuétano del miedo

¿dónde estarán mis hijos?

¿los no-nacidos?

¿y el Amor?
ese que siempre consigue desvanecerse
más allá de cualquier hilo luminoso

tropiezo de nuevo en la
inmensidad del océano
mientras afuera
la vida se engendra y se consume

apenas sigo encerrado
en este círculo oculto
que ahoga mi lamento

ahora
como siempre
la Vida se abandonó
a mi suerte



domingo, 29 de marzo de 2020

Versos de cuarentena

Porque en este silencio
sin olvido,
no hay fiebre
inmune a tu risa
ni abrazo que no llegue,
aun lejano,
al hondo susurrar
de tu verso.

viernes, 17 de enero de 2020

Oscila sin dicha la risa
entre el espejo opaco de mi piel
y la dulce memoria de un retazo.

Galería de robles
que cubre la mañana sin aliento,
ahondando en la vida del mendigo
que azuzó la mar
del licor que saboreo.

Aún persigo el loco río de sus ojos
que vieron sin reparo mi herida,
y muere el abrazo de un beso
perdido en el fondo
de cualquier olvidada cornisa.

jueves, 2 de enero de 2020

Como un mendigo
fui buscando
en la comisura roja
de tu turbante,
en la inalcanzable estrella
de tu espalda,
en la olvidada tos
de mis labios secos.

Perdidos en las calles de Barcelona,
evitábamos el destino
que marcan los peces
que siguen la corriente.

Nosotros nunca fuimos peces
ni seguimos ninguna corriente.

Como un mendigo
fui buscando tu beso,
un beso,
para perderme
en el infinito susurro
del tiempo.

El espejo se estremece
ante la errante figura que dormita.


Es el sueño que no validó la vida,
la hoja en blanco que no encontró tinta.


Escoge ahora las maletas
que han de cargar la risa
y haz que del llanto
tan sólo quede
el errante aliento de su olvido.