Es tiempo de volver a tomar firme el timón,
evitando la deriva
y navegando nuevos sueños
que inunden de viento nuestras alas.
Es tiempo de desplegar mis párpados
para deleitarme de nuevo
con tu cristalina mirada.
Beber en los pechos
de miles de vacas sagradas
y acompañar a los argonautas
tras el vellón de Crisomallo
que el propio Jasón portara.
Todos esos pasos cortados
hicieron encallar la barca,
en esta arena
de fría e inaccesible mañana.
Evitar enamorarse de las mismas piedras
que ya se cruzaron en el camino,
y que siempre impidieron el paso
de la bella brisa de tu alborada.
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