Puede que uno acabe por darse cuenta
de que al fin y al cabo,
la soledad
seguirá siendo fiel compañera
en este largo viaje
sin mapas ni destino marcado.
Y aunque siempre seguirá habiendo
luz al final del túnel,
y pechos donde sentirse descansado,
y besos que curen las heridas de golpes recibidos,
y ojos que indiquen el camino cuando se anda vagabundeando.
No habrá más equipaje,
que los propios pies descalzos,
y un caparazón de piel
forjada en profundos rasguños
de penetrantes cuchillos afilados.
Puede que uno,
al final,
acabe por darse cuenta.
Mui bello su poesia! sí estamos solos, yo ya me dado cuenta.....
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