"Ninguna vida ocupa viejos cuerpos decadentes"
Henry David Thoreau
Desperézate.
Resucita.
Alza de nuevo el vuelo.
Sé tantas Ave Fénix como llamas engendraron el incendio.
Deglute vida.
Embellece tu pelo.
Sucumbe al néctar de la ambrosía.
Embriágate de licores vacuos.
Deja que la primavera devaste tus ojos.
Ungüenta tus heridas.
Arrepiéntete del mal hecho, pero no sigas temblando en la orilla.
Evita cruzar de nuevo esas negras avenidas.
No permitas que tu memoria vuelva a pasar por el corazón.
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